En el Consejo Escolar del centro

Cuando yo aterricé en el consejo escolar del colegio, llevaba ya un tiempo considerable participando en la escuela de padres e incluso en la federación de Navarra. Hasta ese momento no me había sentido motivado por presentarme al consejo escolar del centro. Lo hice, sobretodo, por conocer de cerca un órgano que tiene asignadas unas competencias tan importantes. Adquirir esa experiencia lo consideré de gran valor dado mi estatus como dirigente de la federación. Mi ánimo, por tanto, no era el de realizar grandes aportaciones. Por otra parte, aunque al comenzar el curso no se sabía, ese fue el último en el que el colegio Santo Ángel de la Guarda permaneció abierto.

Mi experiencia en el consejo escolar del colegio fue ciertamente frustrante, a pesar de no haberme formado grandes expectativas. No se podían correr riesgos proponiendo iniciativas que pudieran hacer perder cierto control sobre la situación

En aquel consejo escolar, oír, ver y callar, fue más bien mi disposición. Pero, ciertamente, tampoco hubo para mucho más. Las reuniones que se hicieron fueron las mínimas imprescindibles. Aquellas que se requerían para recoger en acta la aprobación del proyecto anual del centro, informar la memoria de actividades o dar el visto bueno a la contabilidad del colegio.

Siempre tuve la sensación de que la presidenta, directora del colegio, tenía cierto temor a que surgiera algún imprevisto que le hiciera perder el control de la situación. No se podía, por tanto, correr riesgos proponiendo iniciativas que dieran juego a los miembros del consejo. A los profesores, por otra parte saturados de burocracia derivada de sus cometidos profesionales, no se les veía tampoco con un gran interés para que el consejo escolar acometiera labores mucho más ambiciosas que las que venía realizando.

En cierto modo, y a pesar de no haberme formado grandes expectativas, mi experiencia en el consejo escolar del colegio fue ciertamente frustrante. Tampoco vi con claridad la necesidad de que existiera un órgano como éste. Antes bien, se vislumbraban ciertos recelos que luego pude comprobar que eran generalizados en los consejos escolares.

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